Parte de la innovación original de BigID fue la capacidad de identificar información personal (IP) contextual y correlacionarla con una persona, independientemente de la fuente de datos. A medida que BigID amplió la variedad y sofisticación de su capacidad de descubrimiento e inteligencia de datos, se hizo evidente que existía una mayor oportunidad para proteger cualquier dato sensible y privilegiado.
Los datos personales se han convertido cada vez más en uno de los tipos de datos de mayor riesgo que una empresa puede recopilar y procesar. Sin embargo, en términos de valor o sensibilidad, los datos personales no son los únicos.
La propiedad intelectual, los detalles de las cuentas, los datos de salud, las credenciales y el historial de transacciones pueden ser, por naturaleza, valiosos y, al mismo tiempo, de alto riesgo. Por eso, BigID ha introducido más maneras para que las empresas definan qué es importante y privilegiado para ellas, además de nuevas maneras de identificar esos datos en plataformas no estructuradas, estructuradas, NoSQL, en la nube, mainframe y más.
Con BigID, las empresas pueden definir qué es de alto riesgo y alto valor de más maneras, al tiempo que ofrecen más formas de identificarlo y tomar medidas al respecto.