Los datos son poderosos. Las organizaciones los utilizan para tomar mejores decisiones de negocio, optimizar las operaciones y reducir los costos operativos generales. Muchas de las empresas de Fortune 1000 transformaron sus negocios al embarcarse en una transformación digital que convirtió los datos en su activo más valioso.
Por supuesto, las cosas valiosas necesitan protección. Los datos tienen el poder de transformar la información, ya que a menudo contienen información sensible que podría perjudicar a las personas a las que afectan.
Los directores de privacidad se enfrentan a nuevos requisitos regulatorios para proteger y reportar datos sensibles, lo que ha creado una necesidad urgente para las empresas de gestionar mejor sus activos de datos. Las organizaciones que antes no estaban reguladas están mejorando sus programas de gobernanza de datos para abordar esta necesidad. Como parte de este esfuerzo, es necesario que los directores de privacidad y los directores de datos colaboren de forma más eficiente para gestionar, proteger y reportar los datos de sus organizaciones.