Las prácticas de gobernanza de datos se concibieron en una época en la que pequeños equipos de analistas cualificados eran responsables de la mayor parte de la inteligencia empresarial y el análisis. Desde entonces, la gobernanza de datos se ha visto dificultada por el aumento de la cantidad y los procesos relacionados con los datos.
Si bien estos esfuerzos prometen liberar el valor de los datos, también conllevan mayores riesgos que pueden afectar los resultados de una empresa. Especialmente en un entorno de inteligencia empresarial de autoservicio, es importante establecer las mejores prácticas de gobernanza de datos para evitar dichos riesgos.