Mientras las infecciones por COVID-19 aumentan en Estados Unidos, los funcionarios están desesperados por encontrar formas de rastrear y controlar la propagación, especialmente con las pruebas limitadas disponibles.
Google y Apple anunciaron El viernes pasado se inició un esfuerzo conjunto para crear una red voluntaria y anónima de rastreo de contactos, habilitada para Android e iOS, que monitorearía la propagación de infecciones mediante el seguimiento de las personas infectadas y de aquellos con quienes entran en contacto. Las personas descargarían aplicaciones móviles de las autoridades de salud pública que les notificarían si se acercaban a personas infectadas que también usaran la red. El sistema utilizaría transmisiones Bluetooth de baja energía (BLE), en lugar de GPS, por lo que no se rastrearía la ubicación, y los datos de rastreo se almacenarían en el teléfono y no en una base de datos centralizada. Todo esto contribuirá a proteger la privacidad de los participantes.