En los últimos días hábiles de 2020, ha surgido una sorprendente cantidad de nuevos unicornios. El frenético auge que los inversores observan en las startups en fase semilla parece reflejarse también en las etapas posteriores.
Que la actividad de negociación siga activa no es una sorpresa, pero la cadencia con la que el mercado corona a los nuevos unicornios es ligeramente sorprendente, dada la época del año. He desistido de esperar una desaceleración en el capital riesgo, pero sí anticipé cierta desaceleración en las grandes rondas y las consiguientes valoraciones de los unicornios tan cerca de Navidad.