Cumplir con el RGPD puede ser percibido como una carga para las empresas, y es comprensible, con multas por incumplimiento de hasta el 41% de sus ingresos globales totales o 20 millones de euros, lo que sea mayor. Sin embargo, las regulaciones y las iniciativas de cumplimiento también presentan beneficios que pasan desapercibidos para las organizaciones, siempre que se administren con un conocimiento adecuado de la directiva.
El RGPD es un reglamento fundamental que reequilibra la relación entre una persona y la organización que recopila y procesa sus datos. El RGPD tiene como objetivo otorgar a los residentes de la UE derechos fundamentales sobre los datos en relación con el uso que las empresas hacen de su información personal. Al promulgar una amplia gama de derechos, desde el acceso hasta la supresión de datos, el RGPD promueve una mayor rendición de cuentas ante clientes y empleados mediante una mejor contabilidad de datos.