Las iniciativas de aplicaciones de rastreo de contactos surgieron a raíz de la pandemia de COVID-19, como una mejora moderna de los métodos tradicionales para rastrear la propagación del virus, detectar nuevas infecciones y apoyar la reapertura de la economía.
Varios gigantes tecnológicos y autoridades de salud pública de todo el mundo se han unido rápidamente para desarrollar las interfaces de programación de aplicaciones (API) y las aplicaciones necesarias para respaldar la escala del proyecto. En EE. UU., algunos estados han implementado sus propias versiones, mientras que Microsoft se ha asociado con la Universidad de Washington en una nueva aplicación diseñada para ayudar a las agencias de salud pública.