La amplia ley de protección de datos de la Unión Europea se estrenó hace un año como una solución para los reguladores asediados y los consumidores preocupados por la privacidad. Sin embargo, hasta ahora su impacto ha sido mínimo, por no decir contraproducente.
La ley, conocida como Reglamento General de Protección de Datos, subrayó el intento legislativo más audaz de empoderar a los ciudadanos y poner un límite a las prácticas de recopilación de datos de Facebook (ticker: FB), Google de Alphabet (GOOGL) y Twitter (TWTR).